jueves, 6 de diciembre de 2012

la bella mierda



Hasta el más vacuo poetizo se embellece
con flores y nenúfares; con alondras y hadas.
Pero cómo escribir un poema bello
con soretes y mierda,
y cómo hacer que algo cambie para que
nada siga igual
y desdecir al Gatopardo bellamente.
Hay que cambiar desde el 7 de diciembre.
Y hacer que la mierda ya no apeste
ni hieda; ni impregne pituitarias
ni cerebros. Ni lenguas entrenadas
dócilmente a ser indóciles al revés.
Y hay que empezar a escribir un poema
de mierda bella
con la nueva fragancia de la Ley
y de la libertad de oídos y de ojos,
de dial y de pantalla. Y de cacerolas,
que solo quisieran la libertad para ellas
pero deberán resignarse a la libertad
para todos.
Hay que cagarse bellamente en el periodismo
sucio de arrogancia y de pagas
tan prósperas que lo desperiodiza;
y darle la bienvenida
limpiándolo. Y limpiándonos
cada uno en su medida
y armoniosamente. O sin armonía
y sintiendo rabia de limpiarse.
Porque la propia suciedad y la mierda propias
no le gustan a nadie.
No están exentos de esta tarea de higiene
ciertos públicos mentidos que se volvieron mentirosos por contagio,
y tanta oposición política
cautiva del síndrome de Estocolmo;
Ahora tiene la posibilidad
de "destocolmizarse" bellamente.
De "desmagnetizarse".
Está dicho que el 28 de diciembre
es el día de los inocentes.
Entonces el 7
es el día de los culpables;
el día del toque de retirada de Clarín
y el del fin de la patraña.
En fin, hay que purificar la mierda
sin asco. Porque puede ser bella
si muda a crisálida,
y después a mariposa.
 
 
 

1 comentario:

  1. Ansioso espero por el nuevo tiempo,
    el nuevo orden la magia,
    que amanezca mañana un alba dorada,
    brillante destino por obra y gracia,
    sin ladrones ni injusticia,
    agradezco la claridad,
    sus palabras que son inspiración y destino,
    sin hambre nunca más,
    sin Estocolmo de cautivos rubios,
    sin dios con él,
    de new age, sin plástico,
    brindaré esta medianoche a sabiendas.

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solo el sentimiento más puro nos deja proseguir con un recuerdo en la piel,
bienvenidas tus palabras